Sensor de riego automático

Descripción

¿Cómo funciona?

Cada sensor Tropf se llena con agua y se vacía de aire antes de conectarlo a una línea presurizada (puede ser en una línea con gravedad, la llave en un jardín o una bomba de agua). El agua dentro del sensor está en un ambiente completamente sellado y su única exposición es a través de los poros del cono de cerámica.

1. Cuando el suelo donde esta el sensor se seca atrae la humedad dentro del cono a través de la presión osmótica. Dado que este es un entorno sellado y la presión no se puede igualar, un diafragma de plástico en la parte superior del sensor es succionado y jalado.

2. Al bajarse el diafragma, la manguera de goteo (3mm) que pasa por la válvula del sensor se abre y permite la salida del agua por la manguera. El caudal del agua es muy gradual y permite una alimentación continua por goteo a las plantas.

3. A medida que el agua se emite a través del sensor, la humedad del suelo se restaura gradualmente y el cono de arcilla se empieza a humectarse nuevamente. Esto alivia la diferencia de presión entre la cámara dentro del sensor y el suelo. Cuando el diafragma no es jalado y esta cerrado aprieta la manguera de goteo (3mm) para cerrar el paso de agua.
Esto permite que cada planta determine su propio horario de riego y vaya automáticamente «tomando» agua a medida que lo necesita.

*La perilla de color café en la parte superior de cada sensor se puede calibrar individualmente para diferentes especies de plantas, cepas/variedades o medios específicos. Esta aumenta o restringe el flujo de agua que pasa por la manguera de goteo (3mm).

  ¿Cómo decidir qué tamaño de sensor necesitas?

Los sensores vienen en dos tamaños, uno más corto y otro más largo. Generalmente usamos el sensor chico para macetas de 1 a 20 litros y el sensor grande para macetas de 21 litros hacia arriba.

Debido a la diferencia en el tamaño de la maceta de los fabricantes, otra forma de ver qué sensor elegir es por la altura de la maceta. Cuando una maceta se seca, siempre seca primero en la parte superior y luego más abajo en la maceta. Debido a esto, nos gusta ver nuestros sensores al menos un 50% y hasta un 75% de la entrada en el contenedor.

Esto asegura que el sensor no se activará a medida que los pocos centímetros superiores de los medios comiencen a secarse. Esto mantiene la parte superior del contenedor muy húmeda, mientras que el fondo del contenedor puede secarse sin encender el sensor. Mantener el sensor insertado en el rango de 50-75% de profundidad permite al sensor medir el contenido promedio de humedad en la maceta, manteniendo las cosas agradables e iguales. Usando esta lógica, cuando una maceta mide 25cm de altura o menos nos gusta usar el sensor chico que es más corto. Cuando una maceta mide 30cm de altura y más nos gusta usar el sensor grande que es más profundo para asegurar que está recibiendo una buena lectura de toda la maceta.